El paso a paso de la cerámica: cómo nace una pieza artesana

El paso a paso de la cerámica: cómo nace una pieza artesana

Desde que me inicié en el mundo de la cerámica, me di cuenta de lo desconectados que estamos hoy de los oficios artesanales.
Vivimos rodeados de objetos que compramos ya listos, creados casi siempre por procesos industriales. Eso nos aleja del valor del trabajo hecho a mano, del tiempo, la dedicación y la belleza que hay detrás de cada pieza.

Por suerte, en los últimos años ha surgido un interés renovado por visibilizar los oficios. Me parece fundamental volver a conocer los procesos que hay detrás de lo que usamos, comemos o tenemos en casa.

Por eso, quiero contarte cómo es el proceso de la cerámica artesanal, paso a paso, hasta llegar a una pieza terminada.


Estado crudo

Es el momento en que la pasta cerámica está húmeda y lista para ser modelada. Aquí comienza la creación: se da forma a la pieza, ya sea con torno o mediante modelado manual, como es mi caso.


Estado cuero

Después del modelado, la pieza se deja secar de forma progresiva.
En este punto ya ha perdido parte de su humedad y está más firme, aunque no completamente seca. Es el estado ideal para pulir y refinar detalles sin riesgo de deformar la pieza.


Estado hueso

Aquí la pieza ya está totalmente seca y lista para su primera quema.
Es una etapa delicada, porque la arcilla seca es muy frágil. Cualquier golpe o movimiento brusco puede quebrarla.


Primera quema

La pieza se introduce en un horno cerámico que alcanza temperaturas muy altas, variables según el tipo de arcilla y el resultado que se quiera lograr.
Tras esta cocción, la pieza adquiere firmeza y pasa al siguiente estado.


Biscocho

Después de la primera quema, la pieza queda en estado de biscocho: sólida, pero todavía porosa.
Esa porosidad permite aplicar pigmentos, óxidos y esmaltes, con los que damos color, textura y personalidad a cada creación.


Segunda quema

Para que el esmalte se fusione con la arcilla y se vitrifiquen ambos materiales, la pieza pasa por una segunda quema de alta temperatura.
En mi caso, alcanza alrededor de 1.250 °C.


Pieza lista

Luego de esta última quema, la pieza sale lista para usarse.
Cada una es única, con sus pequeñas variaciones de color o textura que cuentan la historia del proceso.


Este es solo un resumen del camino completo que recorre una pieza de cerámica artesanal.
En cada etapa hay detalles, decisiones, tiempos de espera y también sorpresas.

Algo importante de este oficio es que no todo está bajo nuestro control.
Puede suceder que una pieza se agriete durante el secado o la quema, o que un esmalte no reaccione como esperábamos. Son parte de la naturaleza viva de la cerámica.

Comprender todo este proceso nos ayuda a valorar el trabajo artesanal y a distinguirlo del industrial, donde los tiempos, la mano de obra y la intención son completamente distintos.

Te invito a desarrollar curiosidad por los oficios que te rodean: habla con artesanos, observa sus procesos, lee o mira videos sobre cómo crean.
Solo así podemos reconectar con el valor del tiempo, del hacer y del crear.

Con cariño,
Estefanía

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1 comentario

Excelente, me sirve de mucho para la práctica.

Disnana Disla

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