Intenciones para un año más consciente y creativo

Intenciones para un año más consciente y creativo

Siempre he sentido que el inicio de un año es una oportunidad para mirar hacia adelante y visualizar lo que queremos cultivar en los meses que vienen.
Aunque disfruto planificarme, sigo sin poder marcar objetivos demasiado concretos a largo plazo. Prefiero la flexibilidad del camino, esa libertad que deja espacio para la sorpresa.

Por eso, este año decidí escribir mis intenciones de una forma diferente: no desde lo que quiero lograr, sino desde cómo quiero sentirme.
Quiero sentirme más creativa y entusiasmada con mis procesos. Más en calma en la cotidianidad. Quiero compartir mis ideas, abrir espacio a la curiosidad y mantenerme cerca de lo que me inspira.
Estas son algunas de las intenciones que me acompañarán en este nuevo ciclo.


1. Encontrar equilibrio entre la rutina y los espacios creativos

Tener una rutina me ayuda a avanzar mejor en la producción de piezas y pedidos. Me da estructura, orden y claridad sobre cómo distribuir mis tiempos. Gracias a eso, un emprendimiento puede crecer de manera más estable, sin la sensación constante de improvisar.

Pero la rutina y la creatividad no siempre se llevan bien. Para que las ideas fluyan, también necesitamos momentos de pausa, de aburrimiento, de exploración sin reglas. Es en esos espacios donde el entusiasmo vuelve y la inspiración se renueva.

El año pasado, cuando pasaba semanas enteras produciendo en serie, empecé a sentirme desconectada de mi trabajo. Así que este año quiero abrir más espacios para nutrir la creatividad en medio de la rutina.


2. Estar abierta al cambio y a la innovación

Este año quiero hacer algunos cambios en Syramik y dar vida a varias ideas que me entusiasman.
Son proyectos pequeños, pero significativos, nacidos de la necesidad de reconectar con mi oficio y darle nuevos matices.

Quiero integrar temas y actividades que me gustan, aunque a primera vista no parezcan estar directamente vinculados con la cerámica.
Cada idea pasará por un proceso de exploración e investigación para encontrar la mejor manera de integrarlas al proyecto.
El objetivo es mantener viva la curiosidad y no tener miedo de probar cosas nuevas.


3. Explorar más los temas y las actividades que me inspiran

El artista y escritor Austin Kleon dice que todo creador necesita un gran proyecto y, al mismo tiempo, espacio para explorar otras cosas. Esa exploración alimenta el proyecto principal con ideas frescas y diferentes perspectivas.

Cuando nos enfocamos únicamente en una sola actividad, corremos el riesgo de que las ideas se estanquen.
Por eso, este año quiero dedicar tiempo a actividades que no estén necesariamente ligadas a mi trabajo. En esos espacios encuentro inspiración, juego, sorpresa y reconexión con el entusiasmo.


4. Elegir con más cuidado cómo y en qué invierto mi tiempo

El año pasado comprendí que muchas veces dediqué tiempo a cosas que me resultaron agotadoras y poco retribuyentes.
Por eso, este 2025 quiero ser más consciente y selectiva con los proyectos, pedidos y eventos en los que me involucro.

Emprender es aprender constantemente por ensayo y error. Lo importante es escucharnos y reconocer qué actividades nos nutren de verdad, no solo a nivel económico —que es fundamental—, sino también a nivel personal.

Esto también aplica a la vida diaria. Paso mucho tiempo consumiendo contenido en redes, pero a menudo no me deja una satisfacción real. Prefiero usar parte de ese tiempo en actividades que me llenen y me aporten más.
Observar cómo empleamos nuestro tiempo es una forma de cuidar nuestra energía.


5. Compartir más mi proceso creativo

Algo que aún me cuesta es mostrar mi proceso creativo. Suelo dejarlo al final de la lista de prioridades, y muchas veces ni siquiera se me ocurren ideas para publicar.

Pero quiero construir una comunidad más conectada con los procesos creativos. Por eso, una de mis intenciones para este año es generar espacios donde pueda compartir más lo que hago, lo que pienso y lo que aprendo en el camino.

Mostrar nuestro proceso puede inspirar a otras personas a crear, y eso me parece profundamente valioso.
Sé que no es fácil encontrar el equilibrio entre producir y comunicar, pero quiero hacerlo a mi ritmo, desde un lugar cómodo y auténtico.


El arte nos enseña a observar, a escuchar los tiempos y a valorar lo que surge del proceso.
Eso mismo quiero aplicar a mi vida y a mi trabajo este año: crear con calma, con sentido y con curiosidad.

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